Confesión de un Amor Inquebrantable
Confesión de un Amor Inquebrantable. La idea de dejar de pensar en ti, mi cómplice, compañera, amante y amiga, es inconcebible. Nuestra vida juntos ha sido un viaje constante, marcado por una mezcla de continuidad y sorpresa en cada momento compartido. Eres mi constante compañía, y es a ti a quien deseo revelar y susurrar mi verdad más profunda: te amo.
Descubrí una estrella caída del cielo, brillando con mil destellos que se me escapan de las manos como un enjambre de luciérnagas, centinelas luminosos que alegran mi corazón y alumbran mi existencia. Amor, sé que nunca podrás escaparte de mí, pues he decidido vivir eternamente para ti. Mañana, al amanecer, nos encontraremos de nuevo, porque cada mañana, al despertar, descubro que vives en mi corazón. Aunque físicamente no estés, siento tu mano en la mía, intuyo tus pasos, te imagino en la espuma del mar y grabo nuestras huellas en la arena, trazando un camino que nunca se borrará. Ese sendero es el que siempre me lleva hacia el encuentro con tu amor.
Y aquí te confío otro secreto: nunca podré dejar de amarte. Esta verdad es inmutable, una constante tan segura como el amanecer. Mi amor por ti es un faro inextinguible, una luz que guía cada uno de mis días y que permanece ardiente y brillante, sin importar la distancia o el tiempo. Es un amor que trasciende lo ordinario, forjando un lazo que une nuestras almas en una danza eterna de devoción y pasión. En cada respiración, en cada latido, en cada pensamiento, estás tú, impregnando mi ser con tu esencia. Este amor es mi verdad más profunda, mi secreto más sagrado, mi promesa eterna a ti.