María Félix

María Félix

Nacida en Álamos, Sonora, el 8 de abril de 1914, María de los Ángeles Félix Güereña, conocida popularmente como María Félix, se convirtió en una de las figuras más emblemáticas de la Época de Oro del cine mexicano. Su belleza inigualable y talento la llevaron a ser considerada no solo una de las actrices más destacadas de su época, sino también un símbolo erótico del cine hispanohablante. Trabajó con grandes del cine, como Pedro Infante, Jorge Negrete y bajo la dirección de maestros como Jean Renoir y Luis Buñuel.

Inicios y Trayectoria

María creció en Álamos, Sonora, rodeada por once hermanos en el seno de una familia mixta, con raíces yaquis, españolas y vascas. Durante su infancia, mostró un carácter audaz, disfrutando de juegos tradicionalmente masculinos y montando a caballo.

Al mudarse a Guadalajara, su deslumbrante belleza comenzó a capturar miradas, coronándose como reina de la belleza estudiantil. A los 17, se casó con Enrique Álvarez Alatorre, con quien tuvo a su único hijo. Tras divorciarse, decidió mudarse a Ciudad de México.

En la capital, fue descubierta por el director Miguel Zacarías, dando inicio a su carrera cinematográfica con «El peñón de las ánimas» en 1942. Poco después, protagonizaría «Doña Bárbara», papel que le valdría el sobrenombre de “la Doña”. Además, su matrimonio con el compositor Agustín Lara le brindó el título de «María Bonita», gracias a la icónica canción que Lara le dedicó.

Conquista Internacional

Su talento la llevó más allá de las fronteras mexicanas, trabajando en películas en España, Francia, Italia y Argentina. En su regreso a México, tras una estancia en Europa, se casó con el ícono del cine y música mexicana, Jorge Negrete. Lamentablemente, su amorío con Negrete fue breve, terminando con la trágica muerte del cantante.

Vida Personal y Últimos Años

Después de Negrete, se casó con el banquero francés Alexander Berger, con quien estuvo casada durante 18 años hasta la muerte de este. En sus últimos años, desarrolló una pasión por los caballos y tuvo una relación con el pintor Antoine Tzapoff. Aunque expresó su deseo de regresar a la actuación, nunca se materializó.

Legado

María Félix, quien falleció el 8 de abril de 2002 en Ciudad de México, dejó un legado imborrable en el cine y en la cultura mexicana, siendo recordada como una de las grandes actrices de todos los tiempos.

 

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