Madre Teresa de Calcuta
Madre Teresa de Calcuta, nacida el 26 de agosto de 1910 en Skopje, actual Macedonia, como Agnes Gonxha Bojaxhiu, se convirtió en un faro de compasión y servicio desinteresado desde 1970. Proveniente de una familia albanesa, su infancia fue marcada por la prematura muerte de su padre, quien dejó una empresa de construcción que proporcionó un hogar estable. A pesar de este golpe temprano, la influencia católica de su madre la llevó a dedicarse a la fe.
Mientras crecía, se sintió atraída por las historias de misioneros en Bengala y, a los 12 años, decidió consagrar su vida a la religión. Esta resolución se fortaleció en 1928, llevándola al Convento de Loreto en Irlanda. A partir de ahí, su viaje la llevó a Calcuta, donde trabajó en el colegio de las Hermanas Santa Ana, y donde sintió un llamado divino para servir a los más desfavorecidos.
Bajo su liderazgo, fundó las Misioneras de la Caridad, que se dedicaron a ayudar a los pobres, los enfermos y los moribundos. Estableció hogares para los moribundos, orfanatos y centros de atención para los leprosos. Estos esfuerzos no pasaron desapercibidos: a lo largo de su vida, fue galardonada con numerosos premios, incluido el prestigioso Premio Nobel de la Paz en 1979.
Lamentablemente, la Madre Teresa de Calcuta falleció el 5 de septiembre de 1997, dejando tras de sí un legado inquebrantable de amor y sacrificio. Como líder, su enfoque en el servicio y el amor incondicional la convierten en una inspiración para muchos. En sus propias palabras, «Cada acto de amor, realizado con todo el corazón, siempre acercará a las personas a Dios».