Crédito de 300 euros: ¿para qué puedo utilizarlo?

En ocasiones, se presentan gastos urgentes fuera del presupuesto que, por una causa u otra, no se pueden afrontar. Para esos momentos está el crédito de 300 euros. Estos instrumentos financieros dirigidos a solucionar imprevistos, cuando la situación económica no permite sufragarlos.

Estos créditos tienen características muy particulares. Cuando se es cliente nuevo de una entidad financiera, 300 euros es el monto máximo que pueden conceder y el plazo máximo de su devolución es de 30 días. Otra de sus principales características es que son otorgados con mucha rapidez, es decir, un máximo de 15 minutos.

Dado que los créditos de 300 euros están al alcance de cualquier persona que pueda cumplimentar unos requisitos básicos, están teniendo un éxito sin precedentes en este mercado. La disponibilidad del dinero al instante y la facilidad para solicitarlo son quizá sus mayores atractivos.

 

¿Cuáles son las ventajas de un crédito de 300 euros?

1. Los créditos de 300 euros son gratuitos, esto es, sin intereses ni comisiones

2. Deben ser devueltos en un plazo máximo de 30 días

3. Son flexibles, es decir, puedes solicitar desde 50 euros hasta un máximo de 300 euros y los plazos de devolución pueden ir desde 7 hasta 30 días

4. Al devolver tu crédito de 300 euros en el plazo contratado, tendrás la opción de solicitar cantidades mayores e, incluso, a mayores plazos

¿Para qué se puede utilizar un crédito de 300 euros?

Hay quienes se preguntan qué imprevistos se pueden solucionar con un crédito de 300 euros. En el día a día se pueden presentar problemas económicos inesperados que pueden ser fácilmente solucionables con este instrumento financiero. Veamos algunos de ellos:

Gastos médicos de urgencia.

Hay problemas médicos que no avisan. En esos casos, un crédito de 300 euros puede ayudar a solventar un tratamiento, una consulta, una emergencia odontológica, el alquiler o la compra de una silla de ruedas, un par de muletas… En definitiva, emergencias muy factibles e inoportunas que se deben resolver de manera inmediata.

Hacer frente a facturas de gastos.

Aunque las facturas de gastos generalmente se encuentran estimadas en el presupuesto mensual de cualquier persona o familia, hay ocasiones que nos sorprenden con cifras elevadas que no esperábamos. Las facturas eléctricas o las facturas de gas en invierno son un buen ejemplo de ello. Cuando no hay ahorros ni presupuesto para cubrir esas necesidades, un crédito de 300 euros puede ayudarte a sufragar ese imprevisto.

Multas de tráfico.

Para esos días en que te levantas con el pie izquierdo y al salir con tu coche eres sancionado, un crédito de 300 euros puede darte la tranquilidad de solventar esa deuda. En los casos de las multas de tráfico, para que no pase a mayores, el pago debe hacerse de forma voluntaria y en el tiempo establecido por la ley. Hacerlo en el menor tiempo posible puede reducir hasta en un 50% el importe de la multa.

Pago del seguro del coche.

Aunque son muchos las factores que inciden en el coste del recibo del seguro (antigüedad en el carné y en el seguro, tipo de vehículo, trayectoria como conductor…), un crédito de 300 euros puede solventar el pago de un seguro a terceros básico de un coche de gama media. En este sentido, para ahorrar en el coste final del recibo, es recomendable analizar la amplia oferta disponible en el mercado y no contratar coberturas innecesarias.

Pago de una habitación de alquiler o de un piso.

Si se te han presentado inconvenientes económicos y ves que no puedes sufragar el pago del alquiler o que no tienes el dinero completo, un crédito de 300 euros puede ayudarte a estar al día y no correr el riesgo de atraso. Asimismo, si se te presenta una mudanza de emergencia o decides cambiar tu residencia a una localidad en las afueras de alguna de las grandes ciudades de España, este monto será suficiente para pagar una mensualidad de un piso o una habitación.

Pagar recibos de Internet, teléfono fijo y móvil.

Los gastos asociados a las comunicaciones, como los derivados de las rentas de teléfonos móviles e Internet, pueden suponer un desembolso de hasta 200 euros, claro está, dependiendo de si están contratadas varias líneas de móvil y una tarifa de Internet elevada. En ocasiones, los imprevistos económicos no permiten que hagamos frente a estos gastos. Un crédito de 300 euros puede ayudarnos a solventar estas deudas para no correr el riesgo de quedarnos incomunicados.

Cómo podemos ver, este producto está diseñado para resolver gastos imprevistos e inevitables. Incluso, si tu economía te permite un respiro, puedes usarlo para darte algún gusto merecido para ti y tu familia. Sin embargo, debes tener en cuenta que, un crédito de 300 euros es para resolver problemas económicos puntuales y no debe ser utilizado como una fuente financiación constante. Utilizar este instrumento financiero de manera equivocada puede hacer que caigamos en una espiral de sobreendeudamiento de la que será muy difícil salir.