Alfred Adler

Alfred Adler

Alfred Adler vio la luz el 7 de febrero de 1870 en los suburbios de Viena, Austria, siendo en un principio ciudadano húngaro; no obstante, adquirió la nacionalidad austriaca en 1911. Era el segundo de seis hermanos, hijos de un mercader judío de granos y su esposa.

En su infancia, enfrentó diversas enfermedades graves, incluyendo el raquitismo, que le prohibió caminar hasta los cuatro años. Adler se esforzó intensamente para superar su fragilidad física. A la edad de tres años, presenció la muerte de su hermano menor en la misma cama que compartían. En dos ocasiones durante su niñez, fue atropellado en las calles. Desarrolló un miedo a la muerte, el cual se intensificó cuando, a los 5 años, sufrió una severa pulmonía. Fue entonces cuando decidió que se convertiría en médico.

Alfred Adler fue un niño bastante normal, muy unido a su padre, y prefería jugar fuera antes que dedicarse a los estudios. En sus años escolares, hubo un incidente en el que su maestro sugirió a su padre que lo retirara de la escuela, argumentando que nunca se graduaría. En aquel momento, Alfred había perdido el interés por los estudios, especialmente en matemáticas. Su padre, no obstante, desafió al maestro y apoyó a su hijo. Motivado por esto, Alfred se esforzó y pronto encabezó la clase en matemáticas, superando las dificultades académicas.

A los 18 años, Adler ingresó a la Universidad de Viena para estudiar medicina y obtuvo su título médico en 1895. Durante su formación, se unió a un grupo de estudiantes socialistas, donde conoció a Raissa Timofeyewna Epstein, una intelectual y activista rusa que posteriormente se convirtió en su esposa. La pareja tuvo cuatro hijos, dos de los cuales siguieron la profesión psiquiátrica.

En 1898, a sus 28 años, Adler publica su primer libro. Para el año 1900, empezó a interesarse por las teorías psicoanalíticas y en 1902, fue uno de los pocos que acogió positivamente la obra de Sigmund Freud sobre la interpretación de los sueños.

Adler se unió al círculo de Freud en 1907. Tras redactar varios artículos sobre inferioridad orgánica, compatibles con las ideas freudianas, escribió sobre el instinto agresivo y los sentimientos de inferioridad en niños, divergiendo de las posiciones de Freud.

A pesar de las discrepancias, Freud nombró a Adler presidente de la Sociedad Psicoanalítica de Viena y co-editor de su revista. No obstante, Adler mantuvo sus críticas, lo que llevó a un debate y la eventual creación de la Sociedad para el Psicoanálisis Libre en 1911.

En 1912, publicó su obra más significativa, “El carácter neurótico”, donde desarrolló conceptos como ‘interés social’ y ‘estilo de vida’, esenciales para su análisis del comportamiento humano en sociedad, consolidándose como uno de los pioneros de la psicología social.

Durante la Primera Guerra Mundial, sirvió como médico en el frente ruso y en un hospital infantil, presenciando los horrores de la guerra y reforzando su concepto de interés social como esencial para la supervivencia humana.

Tras la guerra, en 1918, fundó clínicas para niños en Viena. En 1926, fue invitado a conferenciar en la Universidad de Columbia y desde 1932, fue profesor en la Facultad de Medicina de Long Island. Pasaba sus veranos en Viena y el resto del año impartía conferencias en Estados Unidos, comunicándose con fluidez en inglés y alemán.

En 1934, ante el ascenso de Hitler, Adler y su familia abandonaron Viena definitivamente.

Falleció el 28 de mayo de 1937 en Aberdeen, Escocia, tras un colapso en la calle debido a un fallo cardíaco.

Entre sus obras destacadas se encuentran: “Estudio sobre la inferioridad de los órganos” (1907), “El carácter nervioso” (1912), “Práctica y teoría de la psicología individual” (1920), “El problema de la homosexualidad” (1917), “El conocimiento del hombre” (1927) y “El sentido de la vida” (1933).

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