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Visión y Valentía: Desafiando lo Imposible con Sueños

Visión y Valentía: Desafiando lo Imposible con Sueños. Ser realista a menudo se confunde con resignarse ante lo que ya es, con «mantener los pies en la tierra» limitamos el infinito potencial de la imaginación. Esta es una máxima que los mediocres esgrimen para ocultar su falta de determinación, complaciéndose en una esperanza pasiva y esperando que el cambio llegue sin esfuerzo.

Habitan en un mundo donde la rendición ante los hechos es norma, su lema es «esto es imposible», su escudo proclama «no se puede», y su arsenal se compone de «es demasiado difícil, quizás mañana»; son los eternos conformistas arrastrándose por la existencia, aguardando un milagro que disipe su penumbra personal.

Soñar es discernir más allá de las sombras, es la cumbre que ansía ser pisada por los triunfadores. Los soñadores son los que hallan su realización trascendiendo su entorno dado.

Vivir un sueño es aceptar el reto de lo imposible; los idealistas, frente a lo inalcanzable, se comprometen a su conquista. Para ellos, lo que para otros es inalcanzable, se convierte en una misión, y tocar una estrella no es un deseo, sino la siguiente victoria a reclamar.

Solo al imaginar que lo imposible puede tomar forma, al sentir la estrella palpitar en nuestras manos, comprendemos que es alcanzable. Esa estrella se transforma en el faro que guía nuestro camino.

Nuestro futuro es tan grandioso como los sueños que lo moldean. Ven, proyecta tu corazón hacia la inmensidad de lo imaginario. Tu magia es necesaria para tocar lo inalcanzable; la única barrera reside en nuestra imaginación. Tus sueños son la voz de tus anhelos más profundos. Despierta, sueña con los ojos bien abiertos; para crear es preciso creer. Dios nos otorgó el regalo sin fin de la creatividad.

Al crear, afirmamos nuestro vínculo con lo divino.

Al crear, caminamos junto a Dios.